Recuerdo que cuando era pequeño tenía un amigo imaginario que se llamaba Warren Wortington III. Era un pijo de esos pedantes que están todo el día esquiando en los Alpes o merendando en Saint Tropez. Me caía bastante mal. Una tarde, tras una acalorada discusión sobre vinos, decidí dejar de hablarle.
1 comentario:
Querida embriona:
Dios no existe, pero eso no lo hace especial.
Recuerdo que cuando era pequeño tenía un amigo imaginario que se llamaba Warren Wortington III. Era un pijo de esos pedantes que están todo el día esquiando en los Alpes o merendando en Saint Tropez. Me caía bastante mal. Una tarde, tras una acalorada discusión sobre vinos, decidí dejar de hablarle.
El muy creído...
Publicar un comentario